jueves, 27 de marzo de 2014

CERVANTES Y EL QUIJOTE

Miguel de Cervantes: obra en prosa

Fuente: CEIP San Rafael
(Fuente de la información: Kalipedia, Hiru.com)
VIDA
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) nació en Alcalá de Henares. Hijo del cirujano Rodrigo de Cervantes y de Leonor de Cortinas, pasó sus primeros años en Valladolid, Córdoba y Sevilla. Se ignora qué estudios realizó, pero no parece que siguiera cursos universitarios.
En 1571 estuvo como soldado en Italia y participó en la batalla de Lepanto, gesta que recordará en numerosas ocasiones con orgullo. En ella fue herido en el pecho y quedó imposibilitado de la mano izquierda, pero siguió como soldado hasta que, en 1575, la galera en la que viajaba con su hermano fue apresada y ellos llevados como prisioneros a Argel. Allí pasó cinco años, pues fue en 1580 cuando su familia y los trinitarios consiguieron reunir el dinero del rescate.
En 1587, ya casado, trabajó de recaudador de tributos por toda Andalucía. Este trabajo lo llevó a una breve estancia en la cárcel de Sevilla, donde se supone que se engendró el Quijote. Hacia 1602 vivía con su mujer, su hija y sus dos hermanas en Valladolid. En1606 se trasladaron a Madrid, donde vivió gracias a algunos mecenas y a la publicación de sus obras.
Obra
Novela pastoril: La Galatea
La novela pastoril es un género típicamente renacentista en el que se narran los amores de unos pastores en un ambiente natural e idílico. El género tuvo un gran éxito en la época. La primera novela publicada por Miguel de Cervantes fue La Galatea (1585), que se inscribe en esta tradición. El núcleo central de esta obra, dividida en seis libros, narra los desdichados amores de dos pastores, Elicio y Galatea. Aunque el autor siempre manifestó la intención de escribir la segunda parte, no llegó a realizarla.
Novela corta: las Novelas ejemplares
El término novella designaba en la literatura italiana las narraciones imaginarias de poca extensión. Cervantes conocía este género y se considera el primero en introducirlo en España con sus Novelas ejemplares (1613). En el prólogo de la obra el autor afirma: «soy el primero que he novelado en lengua castellana». De este modo, considera que las manifestaciones anteriores de este género son traducciones del italiano. Se trata de doce relatos a los que Cervantes denominó ejemplares porque consideraba que en todos podía hallarse algo que sirviera de aprendizaje a los lectores. Las Novelas ejemplares de Cervantes son La gitanilla, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La española inglesa, El licenciado Vidriera, La fuerza de la sangre, El celoso extremeño, La ilustre fregona, Las dos doncellas, La señora Cornelia, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros. En El coloquio de los perros, dos perros llamados Cipión y Berganza adquieren milagrosamente la capacidad de hablar. En sus conversaciones, relatan (como los pícaros) sus experiencias con los amos a los que han servido. A través de su narración, los animales realizan una extraordinaria crítica social y literaria. La idealización de la narrativa pastoril se ve especialmente satirizada en este texto. Además, el autor caracteriza a sus personajes con precisión: Cipión es reflexivo y discreto, mientras que Berganza es más impulsivo y parlanchín.
Se publicaron en 1613. Se trata de una colección de doce novelas (cortas) entre las que destacan La gitanilla, El amante liberal, El licenciado Vidriera, El coloquio de los perros y Rinconete y Cortadillo

Es difícil reducir a síntesis los elementos comunes de unas novelas de asuntos y fines muy variados. Señalaremos, sin embargo, algunos de los rasgo característicos del novelar cervantino. La acción de todas ellas se presenta como una historia verdadera, ocurrida en un lugar y tiempo cercano a los lectores.
En algunas novelas los protagonistas viven todavía, aunque el autor dice haber cambiado los nombres para que no sean identificados. Al moverse los héroes en la realidad histórica entre personajes que realmente existieron, la sensación de realismo es tan notable que muchos críticos han intentado identificar a muchos de ellos a veces con éxito.
Podemos destacar también que al igual que Lope, Cervantes sentía cierto rechazo a los finales trágicos y tan solo El Celoso extremeño se cierra con la muerte del protagonista.

DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Se trata de la obra más famosa de Cervantes. Fue publicada en dos partes. La primera en 1605 con el título de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y la segunda en 1615 con el de Segunda parte del ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha.
La acción de la primera parte
Alonso Quijano, hidalgo que anda por los cincuenta años, pierde el juicio leyendo libros de caballerías. Confunde, pues, la realidad con la ficción. En una primera salida en solitario, don Quijote es armado caballero por un ventero. En la segunda salida, acompañado por un labrador de su pueblo, Sancho Panza, se suceden numerosos episodios en los que se parodian los libros de caballerías.

Don Quijote y Sancho salen sin más fin que el de vivir aventuras, pero al dejar en libertad a unos cautivos, Sancho decide que deben ocultarse en Sierra Morena para huir de la justicia. Allí D. Quijote decide hacer penitencia imitando a Amadís. Sancho parte entonces a llevar una carta a Dulcinea y en la venta donde ha estado con anterioridad se encuentra con el cura y el barbero de su pueblo. Estos al tener noticia por Sancho de lo ocurrido deciden disfrazarse de princesa Micomicona y de su escudero para intentar engañar a D. Quijote y devolverlo a casa. Sin embargo, ya en Sierra Morena, se encuentran con una joven hermosa y rica labradora, Dorotea, que hará a la perfección el papel de princesa hasta conseguir, que D. Quijote, creyéndose encantado, vuelva enjaulado a su pueblo.
La acción de la segunda parte
En la segunda parte, ante las críticas recibidas por la inserción de episodios ajenos a la acción principal, Cervantes apenas incluye algún episodio extraño, como el de las bodas de Camacho. Esto obligó al autor a que los protagonistas dialogaran continuamente, lo que enriquece el carácter de ambos. El primero un loco, con lúcidos intervalos, y el segundo, un hombre sin letras pero de gran inteligencia natural. Por primera vez en la historia de la novela conocemos todo lo que hablan dos personajes en unos pocos días de un verano a través de un relato de más de mil páginas.

De esta manera los caracteres de los personajes se hacen más complejos y se humanizan.

La tercera salida tiene por objeto la participación de D. Quijote en las justas que para la festividad de San Jorge iban a celebrarse en Zaragoza. Poco antes de llegar, unos duques acogen en su palacio a los protagonistas. Durante esta estancia Sancho es nombrado gobernador de la Ínsula Barataria, cargo que lleva a cabo con sabiduría y prudencia. Allí la acción se bifurca: los sucesos de D. Quijote y los de Sancho. Después, los dos juntos de nuevo se dirigen a Zaragoza, pero en una venta cercana descubren que ha sido publicada la segunda parte apócrifa de Avellaneda (publicada en 1614) y deciden desmentir al falso historiador y no pasar por esta ciudad. Parten hacia Barcelona, donde son tratados con gran afecto y en su playa D. Quijote será vencido por el bachiller Sansón Carrasco, quien como “Caballero de la  blanca luna” , le exige volver a su pueblo y no salir a vivir nuevas aventuras hasta dentro de un tiempo. Nada más llegar D. Quijote cae enfermo y muere a los pocos días.
Características
Cervantes escribió la novela  con la intención de parodiar los libros
de caballerías tan de moda en la época, tomando como modelo dos de los más importantes:  Amadís de Gaula y Tirant lo Blanch.
Don Quijote es una persona idealista que quería dedicar su vida a
ayudar a los necesitados y a impartir justicia, cosa que consigue transformando la realidad. Por ello podemos decir que en su locura está la grandeza.
Cervantes a través de D. Quijote, un loco, realiza una fuerte crítica
a la sociedad de su época.
Así mismo podemos encontrar en la obra crítica literaria pues los
personajes hablan de literatura y en la obra se sintetizan los géneros literarios de la época.
Estilo
El estilo de la obra es sencillo y llano en apariencia, pero sólo en apariencia. Un detallado análisis revela el sabio manejo de numerosas figuras retóricas (ironías, elipsis, juegos de palabras, antítesis, etc.), con las que el autor consigue dar singulares perspectivas a su relato.

Los personajes presentan una cuidada caracterización lingüística que los define. Así, D. Quijote emplea diversas jergas, según las circunstancias.

El habla de Sancho es menos variada, más regular, ya que no participa de la visión de su señor, aunque a veces se contagia de las locuciones de éste. Se caracteriza, por su parte, por el uso de refranes.  Otra característica del habla de Sancho, además de su irreprimible charlatanería, es la deformación de las palabras cultas (sobajada por soberana, personaje por personaje, etc.). D. Quijote se esfuerza en corregirlo, pero es inútil.

Cabe destacar también dentro del estilo de la obra el manejo del suspense que el autor hace en algunos capítulos.

Propósito literario de denuncia:
La historia de don Quijote es la historia de un personaje que ha perdido el juicio por leer muchos libros de caballería. Como consecuencia de esto, se puede leer el libro como una sátira hacia ese tipo de libros de caballería. Cervantes los consideraba de mal gusto; para él, estos libros, desde el punto de vista estético, estaban mal concebidos y podían deformar el gusto del lector debido a su inverosimilitud. Cervantes creía en la literatura verosímil (no identifiquemos verosímil con realista, son cosas distintas), y para él las historias de los caballeros andantes medievales eran inapropiadas, eran mentirosas.
Además de lo anterior, el tema de la denuncia literaria hay que entenderla a partir del propio personaje don Quijote, ya que es la historia de un loco libresco (que se vuelve enfermo por leer libros), y a partir de ahí tenemos en el Quijote toda una amplísima visión del mundo literario de la época de Cervantes.

El tema del perspectivismo y la realidad de las apariencias:
            Se trata de un tema muy recurrente en el siglo XVII: el ser o no ser (recordemos a Shakespeare) o la realidad de las apariencias. Este tema lo transmite Cervantes de muchas maneras. Por ejemplo:
-       ¿Quién es el autor del libro? No lo sabemos muy bien, porque existen varios autores, varios narradores. Cervantes deja en su libro a varios narradores, porque sabe que el punto de vista único de la picaresca da una visión peligrosa. Prefiere distintos puntos de vista en la novela, distintas realidades, porque sabe que cada hombre y cada lector es una realidad distinta.
-       ¿Es don Quijote un verdadero loco? Diríamos que padece un tipo de esquizofrenia especial, ya que sólo se comporta como un loco cuando piensa y actúa como un caballero andante de la Edad Media. Pero cuando se aleja de esta perspectiva, es un maravilloso personaje, un verdadero hombre lleno de sabiduría. Hay en este loco, por lo tanto, una doble mirada, es decir, perspectivismo. Un personaje que causa risa, pero también tristeza, un personaje loco, sí, pero encantadoramente crítico con la sociedad de Cervantes, porque es la historia de un loco que piensa como un caballero andante pero que se pasea por una España real, no fantástica.

El tema de la libertad:
Cervantes toca este tema en su obra especialmente debido a las circunstancias de su propia vida (recordemos que sufrió varias prisiones).
Aparece especialmente en el episodio de la liberación de los galeotes. Aquí de nuevo se ven las dos caras de la realidad. Don Quijote y Sancho se encuentran con un grupo de galeotes que, encadenados, caminan con los alguaciles hacia las galeras. Al verlos don Quijote, sin atender a las razones de Sancho, los libera. Sancho defiende la justicia del Rey y don Quijote cree en dar libertad a aquellos que van “mal de su agrado”. La visión de Sancho admite la visión civil; la visión de don Quijote no ve más que el bien y el mal, y su orden de caballería no ve más que donde llega la libertad de los oprimidos.
El tema de la libertad aparece también en el episodio de la pastora Marcela. Cervantes plantea aquí la necesidad de que la mujer sea libre a la hora de elegir su futuro. Para Cervantes, en contra de la opinión general de su tiempo, la mujer tiene derecho a elegir con quién ha de casarse, es decir, debe ser libre.
Volvemos a encontrar el tema de la libertad cuando Cervantes nos cuenta los encuentros de don Quijote y Sancho con los moriscos. Este tema se toca dos veces:
-       Cuando Sancho se encuentra en el camino con un antiguo vecino morisco que fue expulsado de España y que intenta regresar a su tierra clandestinamente vestido de peregrino. Sancho lo recibe amistosamente, se preocupa por él y entiende la nostalgia de su vecino morisco.
-       Cuando Cervantes introduce en el Quijote las novelas de moriscos.
En los dos casos notamos cómo Cervantes muestra un tema candente en la época: la expulsión de los moriscos (1609). Cervantes considera la expulsión de la siguiente manera: hasta qué punto era lícito expulsar a este grupo, no sólo por el dolor que se le producía, sino también por el perjuicio económico del país.
  
 PERSONAJES PRINCIPALES

-       DON QUIJOTE: Es descrito por Cervantes en el primer capítulo situado en el estamento de hidalgo (escasos bienes), con mucho tiempo libre, que pasa siempre leyendo. Este exceso le lleva a la locura. Es un personaje idealista y utópico, buen conocedor de la literatura de su tiempo. Un loco sabio. Ya hemos comentado más aspectos de su personalidad arriba.
-       SANCHO PANZA: Cervantes no introduce a Sancho hasta el capítulo VII. Nos dice de él que es un personaje rústico que acompañará a don Quijote como escudero. No es idealista, sino pragmático.
El interés del personaje Sancho radica en su curiosa evolución. Sancho crece en protagonismo según avanza la novela, hasta el punto de que ese protagonismo se lo reparten entre caballero y escudero. Es decir, de un personaje simple, no letrado, susceptible de ser engañado, capaz de creerse que va a ser premiado por don Quijote con la “ínsula Barataria”, se pasa al final de la novela a un personaje más sabio, más discreto y mucho más interesante. Todo ello motivado por el contacto con don Quijote. En resumen, Sancho sufre un proceso de quijotización.
Lo curioso es que el sabio don Quijote también aprende de Sancho. En las últimas páginas nos damos cuenta que don Quijote ha sufrido un proceso de sanchificación. Sancho y Quijote se han ido impregnando uno de otro en la segunda parte del libro. Cervantes, además, de manera muy hábil ha puesto a esta pareja tan contradictoria como personajes principales para marcar aún más el perspectivismo, la doble visión de la realidad.


EL QUIJOTE DE AVELLANEDA
16414 apareció en Tarragona una continuación apócrifa de la primera parte del Quijote. Su autor aparecía bajo el nombre de Alonso Fernandez de Avellaneda. Parece que no existió ninguna persona con ese nombre por lo que es posible que se tratara de alguien que quería aprovecharse del éxito de Cervantes y que probablemente le tenía antipatía, pues en el libro le menosprecia y ridiculiza.

Un año después salió a la luz la segunda parte del Quijote en la que Cervantes arremete contra Avellaneda quien probablemente había tenido acceso a los escritos de Cervantes antes de la publicación de los mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario