miércoles, 22 de octubre de 2014

LA LITERATURA MEDIEVAL

I. Características generales de la Edad Media
La Edad Media transcurre durante una larga etapa histórica que abarca desde la caída del Imperio Romano (en el año 476) y la conquista de Constantinopla, en el siglo XV. En España ese final se suele situar en el descubrimiento de América y la expulsión de los judíos (1492). La Edad Media se divide, a su vez, en varios períodos denominados Primera Edad Media (476-siglo VIII); Alta Edad Media (siglos VIII-XII) y Baja Edad Media (siglos XIII-XV).
En la península ibérica, esta época estará marcada, fundamentalmente, por la Reconquista y en toda Europa por las Cruzadas, las expediciones cristianas enviadas para rescatar los santos lugares. Este hecho y la estructuración de la sociedad se verán reflejados en la literatura medieval. Además, la convivencia de tres culturas (cristiana, árabe y judía) creará una rica cultura que, igualmente, caracterizará y aportará originalidad a nuestra literatura. Asimismo relevante en la península fue el fenómeno de la peregrinación a Santiago de Compostela, lo que supuso una vía importante de contacto con Europa.
La sociedad medieval en los reinos cristianos de la península se caracterizó por una clara jerarquía de estamentos. La sociedad, a modo de pirámide en cuya cúspide se encontraba el rey como máxima autoridad, representante de los poderes terrenales y divinos, se dividía en los siguientes estamentos:
  • La nobleza: Dedicada a las tareas de la guerra y la caza, estaba obligada a servir al rey, mediante el juramento del vasallaje. Poseían grandes extensiones de terreno y riqueza.
  • El clero: Su labor era, fundamentalmente, adoctrinar a las gentes y conservar y transmitir la cultura. Los monasterios fue el lugar propicio para la conservación de dicha cultura y de donde surgirían las primeras universidades.
  • El pueblo llano: Constituía la mayor parte de la población y se dedicaban a la agricultura, la ganadería o la artesanía. Carecían de derechos y muchos de ellos vivían casi en la esclavitud.
Hacia el siglo XV, esta situación social cambia al surgir la burguesía, una vez que, de manera incipiente, empiezan a aflorar las ciudades. Esto supondrá una crisis en la ideología y la política medieval, que veremos en reflejada en obras como La Celestina.
El feudalismo era la organización político-económica de la sociedad medieval. En esta organización existían dos elementos importantes:
  1. El vasallaje, que consistía en la relación personal por la cual el vasallo había de ofrecer o cumplir unos servicios al señor a cambio de la protección de éste.
  2. El beneficio, que era el pago por dichos servicios, normalmente mediante la concesión de tierras.
La sociedad medieval era teocéntrica, en la que Dios era el centro de todo y la influencia de la iglesia era muy importante.
(SIGUE)

1.a TEMAS Y TÓPICOS DE LA LITERATURA MEDIEVAL



Tópicos propios de la Edad Media

Ubi sunt? o "¿dónde están?", "¿qué se hicieron?". Lamenta la desaparición de las grandes glorias pasadas a través de la ruina de sus monumentos o el olvido de sus grandes hombres y hazañas.
Puer senex o "niño viejo". Un joven pide consejo a un sabio anciano y experimentado y lo sigue con gran beneficio. El Conde Lucanor, por ejemplo.

Psicomaquia o "batalla del alma" (Prudencio). Combate de las virtudes contra los vicios. Las virtudes o sentimientos de un modo alegórico, como personajes humanos, entablan batalla contra los vicios, también personificados. Muchos de los autos sacramentales de Calderón son psicomaquias.

La muerte igualadora. En la Edad Media, sobre todo en las danzas de la muerte, se veía a ésta como la gran niveladora de las diferencias sociales en vida insalvables, pues hacía tabla rasa "desde el Papa hasta el que no tiene capa".

Vanitas vanitatum o "vanidad de vanidades, y todo es vanidad" (Eclesiastés). Nada merece la pena o el esfuerzo por conseguirlo, porque no es posible alcanzar satisfacción, todo se reduce a polvo. Se intenta ser más de lo que se puede ser, y eso es hincharse de dolor y angustia, y tanto más cuanto más se desea, pues todo está vacío de contenido y no merece la pena que se toma por conseguirlo. Cuando uno consigue su deseo desea más y nuestro insaciable orgullo nunca se satisface, así que nuestro orgullo es un tormento y está vacío de toda satisfacción.

Fortuna imperatrix mundi (la fortuna es la emperadora del mundo) o rueda de la fortuna. La fortuna todo lo trastoca: eleva al malvado y arroja a la miseria al virtuoso; este tópico nace del De cosolatione Philosohiae de Boecio.

La honra y el honor: La honra es la virtud en la vida familiar, sobre todo de las mujeres (en un contexto de fuerte discriminación), el honor son las virtudes públicas, y están relacionadas con la valentía, 
Otros temas de la literatura medieval:
- Los temas bélicos. Hazañas de los protagonistas. Conquistas y héroes medievales
- La literatura religiosa: milagros de santos y de la virgen.
Algunos de sus rasgos más característicos:
- Sentido pedagógico. Quieren enseñar y educar
- Cuentos, relatos de los que se extraen enseñanzas.

jueves, 10 de abril de 2014

EL REALISMO





 
CARACTERÍSTICAS
Observación rigurosa y descripción fiel de la realidad. Hay un deseo de representar de forma objetiva la realidad. Así, el escritor se documenta sobre el terreno, tomando apuntes sobre los escenarios, las gentes, la indumentaria... ; o busca en libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.
Ubicación próxima de los hechos. Las obras realistas giran en torno a la sociedad contemporánea, única que puede ser objeto de una indagación directa, de ahí que la sociedad española pase a ser el tema por excelencia y su actuación y problemas concentren la atención de estos novelistas.
Propósito de crítica social. La novela realista, que arranca con la publicación en 1870 de La Fontana de oro de Galdós, se ocupa de la problemática burguesa, defiende su sistema de valores y contempla el mundo desde una óptica burguesa. Pero esto no implica un total acuerdo con las manifestaciones de sus ideales, muy al contrario, abundan las críticas más o menos aceradas, aunque hay que tener en cuenta que la crítica se hace desde el mismo grupo a la que va dirigida. En estas novelas podemos apreciar claramente la evolución de la clase burguesa española: frente a la aristocracia parasitaria e inoperante, se alza la figura del burgués, progresista que aspira a reformar las estructuras sociales. Dicho personaje contrasta a menudo con un sector de la clase media ineficaz y aparente constituido por burócratas y rentistas; sin embargo la burguesía empieza a desnaturalizarse y a ponerse del lado de la alta burguesía o de la antigua aristocracia. Las críticas se ceban en el “quiero y no puedo” de los pequeños burgueses de la Restauración.
El interés se centra en la vida urbana, representada por Madrid, que aparece positivamente connotada frente a la rural, sede del ocurantismo reaccionario y retratada como un campo estático en el que nunca ocurre nada a nivel de clase. Autores como Galdós la satirizan ferozmente.
Frente al interés que suscitan la alta y pequeña burguesía, el mundo de oficinistas, funcionarios y empleados, se prescinde de la clase obrera y sólo se hacen referencias superficiales o excesivamente simplistas.
Narrador omnisciente: maneja los hilos del relato y lo sabe todo de los personajes. Es un demiurgo que conoce a la perfección la vida y milagros de sus criaturas, es un cronista que conoce al dedillo todo lo que ha ocurrido, de este modo “sus afirmaciones tienen más peso y dan impresión de verdad; es un testigo sereno y su desapasionamiento contribuye a que los hechos novelescos parezcan verosímiles y aceptables”, ya que habla como si hubiera tratado personalmente a las figuras del relato, acumulando detalles en su descripción física y moral.
Descripciones minuciosas, que responden al afán de reproducir con toda fidelidad el entorno, los personajes y sucesos, y que alcanzan por igual a personas, objetos, ambientes y paisajes
Personajes. Los lectores conocen a los personajes fundamentalmente a través de las palabras del narrador y de sus descripciones, que condicionan por completo nuestra interpretación. Los protagonistas son tanto individuales como colectivos (como en La Regenta). Las novelas realistas se componen de un cierto número de personajes redondos, es decir, que tienen una psicología más o menos compleja que va evolucionando a tenor de las circunstancias, a imitación de los seres reales, y de una serie de personajes planos, caracterizados por un solo rasgo o muletilla, o por un número muy limitado de ellos.
Los tipos sociales que aparecen en estas novelas son de lo más variado: el clero, el funcionariado, la clase política, la alta burguesía y la aristocracia, la clase media y el pueblo llano... Además, a lo largo de la narrativa decimonónica se advierte una esencial antítesis entre dos tipos ideológicos: el conservador y reaccionario, que se aferra a la tradición y rechaza el progreso, y el positivista. La visión que se nos da de cada uno está en estrecha relación con la ideología del autor. Tal vez sean Pereda y Galdós los que se presten mejor a este análisis.
Lenguaje: aproximación al lenguaje coloquial. Es evidente que en las obras hay dos estadios distintos: la voz del narrador y la de los personajes. La primera se nos presenta en un estilo más cuidado y culto, a veces incluso retórica, pero participa muy a menudo del tono coloquial, con expresiones muy similares a las que se ponen en boca de sus criaturas. El habla de los personajes varía para ajustarse a los rasgos específicos de cada uno de ellos y se convierte en un elemento esencial de su caracterización. Así encontramos una amplia gama de idiolectos que van desde el tono más culto al más vulgar, pasando por lo que reflejan las peculiaridades lingüísticas de cada región.
Verosimilitud.
Estructura narrativa lineal. Los hechos siguen un orden cronológico.
Estilo sencillo y sobrio.
Todos estos rasgos alcanzan su máximo desarrollo en la novela naturalista.

El Naturalismo es una corriente literaria que se desarrolla en Francia y que tiene como principal impulsor a E. Zola que en su obra La novela experimental intenta aplicar a la literatura los principios expuestos por Claude Bernard, para aproximarla así a la ciencia. El novelista debe ser, en primer lugar, un observador capaz de asimilar los mil aspectos del mundo natural, tras esta fase, en la que se queda el realismo, ha de pasar a la experimentación: no se contenta, por tanto, con la cara externa de la realidad sino que profundiza en ella para formular las leyes que la rigen y adquirir un conocimiento científico de los fenómenos. Zola pretende experimentar en el alma humana como el fisiólogo sobre la materia, lo que conlleva una utilidad práctica: cuando se llegue a conocer el mecanismo que genera determinada pasión en el ser humano, “podremos intentar reducirla, o al menos que resulte inofensiva”.
El noveslista ha de ser objetivo e impersonal, el narrador impasible y neutro y la descripción detallada y exacta.
La novela se convierte así en una pura crónica cotidiana. Al autor no le interesan los seres excepcionales, sino las criaturas normales y corrientes. Partiendo del análisis de un individuo medio o de un grupo de ellos, se puede llegar a conocer la sociedad en la que se integran.
El determinismo va a ser clave en estas novelas: el hombre está determinado por la sociedad (determinismo ambiental) y por la herencia biológica, es un producto de la combinación de ambos factores.
El narrador naturalista no retrocede ante los aspectos más morbosos, sombríos y repugnantes de la sociedad, antes bien, profundiza en ellos e intenta ejemplificar que si ya que no se puede cambiar la herencia biológica, sí se puede aspirar a igualar las condiciones sociales en que viven los hombres.
La lengua literaria está consonancia con esa imagen degradada de la realidad y se vuelve más bronca y cruda.
En definitiva, realismo y naturalismo difieren en su percepción de la realidad. “Para el realismo se trata de una realidad matizada por el autor; para el naturalismo se trata de una realidad que se pretende objetiva, que debe mostrarse en toda su exactitud científica e impersonal, sin amañarla hacia un desenlace prefijado.” Pero la teoría no siempre pudo ser cumplida en la práctica en todos los casos, e incluso Zola en algunos momentos no pudo evitar esas interferencias personales.
A fines de siglo, el naturalismo entra en crisis y se buscan otras salidas estéticas como el Impresionismo, el Espiritualismo, el Simbolismo, el Modernismo...









  1. Novela realista y naturalista en España.

    1. Del Romanticismo a la novela realista.

El proceso de transición del Romanticismo a la novela realista está representado por autores como Juan Valera, Pedro Antonio de Alarcón, Jose María Pereda o Fernán Caballero. Algunos críticos han catalogado estas novelas como costumbristas.

Pedro Antonio de Alarcón

En 1874 publica la que se ha considerado su mejor obra, El sombrero de tres picos. Es una especie de sainete cómico que evoca el pasado salpicado de animados cuadros costumbristas. Deforma y estiliza la realidad hasta lo grotesco.

Jose María Pereda

Ideología conservadora. Parte del costumbrismo. Su obra El sabor de la tierruca es un ejemplo de novela regionalista ambientada en Santander. El lenguaje está plagado de localismos, dialectalismos y expresiones coloquiales. Una de las polémicas que ya se planteó entre sus contemporáneos es si Pereda estaba más vinculado al Naturalismo o al realismo. Algunas de sus técnicas narrativas, como las minuciosas descripciones de la gente de la Montaña, en las que no detiene ante los aspectos más sórdidos, permiten asociarlo a la escuela naturalista. Sin embargo muchos críticos apuntan que hay en su obra diferencias abismales con ésta, principalmente de orden religioso y moral: la concepción religiosa y moral que Pereda tiene de la vida, está en las antípodas de Zola.

Juan Valera

Andaluz que comienza tardíamente a escribir novelas (contaba con 50 años), su obra principal es Pepita Jiménez, publicada en 1874, aunque en su trayectoria también destaca un cuento fantástico llamado Morsamor.
El amor es siempre el tema fundamental de sus obras, para las que se inspira en sus propias relaciones amorosas.

En Pepita Jiménez traslada un caso de familia en el que un seminarista queda seducido por una mujer viuda, Pepita. Muchos han señalado que la importancia de la novela radica en el profundo análisis psicológico que el autor hace de la protagonista femenina. Valera busca en sus obras al hombre y a la mujer antagonistas de cuya unión puede surgir la armonía o la desgracia.
La obra se estructura en tres partes: la primera está narrada de forma epistolar: el autor desaparece y cede su voz a D. Luis, cuyas cartas enviadas a su tío el deán, sirven de presentación de los personajes y del pueblo, así como de las dudas y sentimientos del propio Luis. Pepita pronto se convierte en el tema central de su correspondencia porque en un principio es cortejada por el padre de Luis; en la segunda parte (Paralipómenos), el autor encamina todo hacia el triunfo del amor entre ambos. Los personajes secundarios conspiran a la felicidad de los amantes; en la tercera, (Epílogo), se dedica a narrar los hechos posteriores a la boda.
Resumen de las ideas de Valera sobre el arte y la novela:
Función del arte: crear belleza y distraer.
Desprecio por el arte que intenta moralizar abiertamente.
El territorio de la novela es lo pensable, lo imaginable, pero dentro de lo verosímil.

Fernán Caballero (pseudómino de Cecilia Böhl de Faber)
Su novela La gaviota, publicada en 1849, constituye el primer intento de realismo en España. Es la novela de Andalucía. La obra representa la transición en prosa del romanticismo al Realismo: no llega a conseguir un total realismo porque en ella predomina todavía lo pintoresco del costumbrismo. Va colocando cuadros de costumbres, tipos y escenas de la vida campesina, siempre desde una perspectiva idealizada, aunque reproduzcan la realidad con la exactitud propia del Realismo.

    1. Los grandes escritores realistas.

Leopoldo Alas “Clarín” (1852-1901).
Aunque nació en Zamora, se consideraba asturiano. Fue Catedrático de Derecho en Oviedo, donde vivió toda su vida, alternando cortas temporadas en Madrid. Fue un hombre que vivió de su pluma: sus incisivos artículos periodísticos son fiel reflejo de su personalidad. No tenía reparos a la hora de expresar sus ideas con la mayor crudeza.
Además de sus fantásticas facultades creativas, destaca en él su capacidad “para la especulación teórica. Clarín fue ante todo un filósofo y moralista” (Sobejano).
Ideología: fue, por encima de todo, un liberal. La revolución del 68 determinó su adhesión al libre examen y al espíritu crítico reformador, sin prejuicio de su amor a ciertas tradiciones. Su ideal político fue el republicano (adicto al posibilismo de Emilio Castelar hasta 1893).
Las crisis religiosas son uno de los aspectos fundamentales en la biografía interna del autor. Vivió en perpetuo conflicto entre la razón y la fe. Durante un largo período de su vida adoptó una actitud escéptica y racionalista debatiéndose, como algunos de sus personajes, entre el deseo de creer y la imposibilidad racional de lograrlo, aunque parece que en 1892 sufrió una aguda crisis moral que le llevó hacia una honda religiosidad. En todo caso, hay que señalar que esta actitud no le llevó a un catolicismo ortodoxo, ya que por encima de todo lo que más repudió fue la intransigencia y la intolerancia del dogma. De ahí su profundo anticlericalismo.
Tenía un gran conocimiento de la literatura europea del momento y se inclinó por la obra de Zola y Flaubert.
La obra de Clarín está compuesta por numerosos artículos, varios libros de cuentos, dos novelas y una obra de teatro.
Crítica literaria: fue un crítico poco indulgente y muy valorado en su época. No nos ofrece un corpus crítico sistemático, sino más bien las impresiones de un lector que van aflorando al compás de la actualidad. Su labor crítica está íntimamente relacionada con el ansia de reforma y educación que lo domina. Aspira a difundir literatura de calidad. No sólo le interesan los escritores españoles, sino que se abre a otras culturas, en especial la francesa. Da a conocer a los grandes autores extranjeros y analiza su obra.


Cuentos: destacaremos Pipá y ¡Adiós cordera!. En sus cuentos Clarín recrea las vidas de personajes humildes víctimas de la sociedad.

   —Novelas: destacaremos su novela Su único hijo, en la que se burla del romanticismo mediante la caricatura del hombre romántico. Centraremos nuestro estudio en su obra cumbre, La Regenta.

La Regenta

La obra está ambientada en la ciudad de Vetusta (Oviedo, aunque la vida que refleja podría corresponder a cualquier ciudad de provincias). En ella el autor pasa revista a toda la sociedad de su época a través de la historia central de Ana Ozores, una joven piadosa casada con un hombre mucho mayor que ella, que se debate entre su entrega a la caridad cristiana y su pasión por la vida. El perfil psicológico de la protagonista es extraordinariamente complejo y rico en matices: el autor se recrea en desnudar ante nosotros su intimidad.
La acción se desarrolla a lo largo de tres años.
La obra está dividida en dos partes. En la primera es una parte descriptiva en la que el autor nos presenta la ciudad y la vida de los personajes; se caracteriza por su estatismo: la acción avanza lentamente. La segunda parte desarrolla toda la acción de la historia en la que ya no es necesario hacer digresiones descriptivas porque el lector ya conoce minuciosamente a todos los personajes pintados en la primera parte. Cambia el ritmo y asistimos a los vaivenes del conflicto, muy cuidadosamente matizados.
Ana es la mujer más bella y más recta de toda la ciudad, representa la perfección que hay que destruir, a la que hay que hacer cometer un error. De ella tirarán dos fuerzas durante toda la obra: por un lado, la pasión, representado en Don Álvaro, un don juan de provincias que conseguirá que Ana caiga en el adulterio; por otro, la rectitud y disciplina moral que representa su confesor, Fermín de Pas. Los dos tienen interés en conseguir algo de Ana: para Don Álvaro conquistar a la Regenta supondría todo un éxito en su carrera como seductor debido a la dificultad de la empresa; para el Magistral, tener entre sus hijas de confesión a Ana supone un triunfo en su carrera de ascenso dentro de la Iglesia (el Magistral es un hombre poseído por la ambición.) Sin embargo, esas ansias de conocer y dominar el alma de la protagonista tienen una raíz carnal que él intenta ocultarse a sí mismo, pero que no puede sofocar, lo que le llevará a comportarse en ocasiones como un amante celoso.
La novela termina con la caida de Ana, sola, ya que la ciudad sigue igual: no ha pasado nada y a nadie le importa lo que han hecho de ella.
La fuente principal para el personaje de Ana Ozores fue Enma, tomada de la Madame Bovary de Flaubert.
En la obra es un narrador omnisciente el que nos cuenta los hechos. Hay en la novela un gran desarrollo del estilo indirecto libre.
La obra contiene una fuerte crítica social. En Vetusta reinan la mezquindad, la hipocresía, la ociosidad, la necia rutina y la reacción. La Regenta nos muestra una sociedad en la que la que la Revolución burguesa no se ha consolidado, no ha destruido el antiguo régimen, sino que, pactado con él, se dispone a vivir una colosal mentira: disimular bajo una costra moderna, los modos de vivir tradicionales. La novela centra su atención en el clero, que no destaca precisamente por su especial dedicación a la vida espiritual.


Benito Pérez Galdós (1843-1920)
Canario de nacimiento, su familia le envía en 1862 a Madrid para que estudie derecho. Sin embargo, le atrae más la vida del Ateneo, las tertulias y la vida “bohemia” que los estudios de leyes. Nunca terminó la carrera. Se dedicó al periodismo, lo que le proporcionó el dinero indispensable para vivir y para dedicarse por entero a la creación de sus obras literarias. Muchas de sus novelas fueron publicadas por entregas.
Viajó mucho por España, lo que le puso en contacto con la vida y los problemas de las gentes. La España que tiene ante sus ojos no le gusta, así que decida buscar la raíz de estos males que aquejaban el país.
Fue un escritor muy prolífico: escribió 32 novelas, 42 Episodios Nacionales, 24 obras dramáticas, prólogos, artículos y cuentos. Logró captar como nadie los cambios de la vida colectiva y personal, centrándose en la vida de Madrid. Defensor de la clase media como clase del progreso y del cambio, se fue desengañando poco a poco de ella. De un “radicalismo” burgués inicial que podría representar Doña Perfecta, pasa a ser el escritor que desde la burguesía piensa y trabaja contra ella. La peor parte de la sátira galdosiana se la lleva “el quiero y no puedo” de las clases medias, que están dominados por la pasión por el lujo y por el afán de aparentar y figurar.
Ideológicamente, se adscribió primero al liberalismo progresista; más tarde adoptó posiciones más avanzadas y se proclamó republicano y vecino a los socialistas. Su postura ideológica le valió el rechazo de los sectores ultracatólicos y reaccionarios.
Fue propuesto para el Premio Nobel pero murió, ciego y arruinado, entre el clamor del pueblo que dio vida a sus novelas.
Para entender mejor su obra, he aquí su propia concepción de la novela:
Imagen de la vida es la novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje que es la marca de la raza, y las viviendas, que son el signo de la familia, y la vestidura, que diseña los últimos trazos externos de la personalidad: todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción.
Es decir, el novelista debe intentar reconstruir toda una sociedad tanto en los rasgos individuales de los seres que lo forman, elevados a la categoría de tipos característicos, como en su comportamiento colectivo. El punto de partida hay que buscarlo en lo “natural”, en el vulgo, materia prima y última de toda labor artística.
Galdós rechaza el escapismo romántico, las historias inverosímiles y los héroes de cartón piedra, para volver los ojos al gran observatorio que es Madrid.
Se concentra fundamentalmente en la burguesía madrileña. No se dedica a plasmar los conflictos que trae consigo la incipiente industrialización, sólo hay algunas alusiones esporádicas, lo mismo que ocurre con los graves problemas del campesinado. Pero incluye el retrato de numerosos tipos y ambientes del bajo pueblo que a menudo se relacionan con la clase media, e incluso dedica alguna vez su atención al inframundo de la miseria, como puede verse en Misericordia y en fragmentos de otras novelas como La desheredada, Fortunata y Jacinta, Nazarín... la aristocracia decadente también tiene su puesto en la narrativa galdosiana.

Trayectoria novelística

  1. Los Episodios nacionales.
Conjunto de 46 relatos que reconstruyen la historia de España del siglo XIX desde la batalla de Trafalgar (1805) hasta la Restauración borbónica (1875), que se agrupan en cinco series. Galdós con esta obra crea una nueva forma de novela histórica en la que la realidad y la ficción, pero de forma que se ofrece una imagen verosímil de España fruto de un riguroso trabajo de documentación.

  1. Novelas de la primera época.
Con La Fontana de Oro se inicia la narrativa galdosiana con texto de tema histórico no contemporáneo: pretende ofrecernos una crónica política del trienio liberal (1820-1823). Se advierte el empeño de Galdós en ofrecernos una lección útil para el presente de España. Otras novelas de esta época son El audaz, La sombra.

  1. Las novelas de la intolerancia religiosa.
Doña Perfecta, Gloria y La familia de León Roch son, en una forma u otra, denuncia del clericalismo y pintura de los males que la intolerancia acarrea a la sociedad y al individuo. El falso celo religioso se presenta como obstáculo para la felicidad y el amor, como fuerza que destruye los sentimientos más puros.
De esta época es también Marianela, que cuenta la trágica historia de amor entre una joven y un muchacho ciego. (la pongo aparte porque no se incluye dentro de las tres novelas unificadas por el tema de la intolerancia religiosa)
  1. Novelas contemporáneas.
Con la publicación en 1881 de La desheredada, da cabida al Naturalismo europeo del momento: se recrea en la plasmación de un mundo sórdido que acaba envolviendo a Isidora hasta arrojarla a la más absoluta degradación; el determinismo ambiental pesa de forma considerable a lo largo de todo el relato. Esta tendencia continuará en Tormento, Miau y Tristana. Madrid aparece casi siempre como personaje colectivo y los personajes son producto de la mediocridad que los rodea. La cumbre de este periodo lo alcanza con Fortunata y Jacinta (1886), que es la novela del Madrid total y que cuenta con más de 1500 personajes.
  1. Novelas de la última etapa: etapa espiritualista.
En este grupo se encuentran novelas como Nazarín o Misericordia. En ellas predomina el espiritualismo y la pobreza como modo de vida. Se aprecia la influencia de los grandes escritores rusos como Tolstoi o Dostoievski.


Uno de los mayores logros de Galdós es que recrea en sus novelas el lenguaje popular, la lengua coloquial y distingue el habla de los personajes según su clase social. Supo encontrar exactamente el tono que convenía a su universo novelesco. Huye de la retórica y se inspira en “la fuente directa del habla común”, tomando siempre lo más gráfico y expresivo del lenguaje conversacional. Su naturalidad es el resultado de una constante y apasionada observación del entorno: términos y giros castizos, magníficas transcripciones de la lengua arrabalera...
A media que avanza su vida, aumenta el diálogo en sus novelas. Utiliza mucho el monólogo interior mediante la técnica del estilo indirecto libre.
En cuanto a los personajes, es el autor de esta generación que ha dibujado con mayor amplitud e intensidad los diversos tipos de la fauna social que componen el universo de la novela realista. Nadie nos ofrece tal gama de individuos y con matizada psicología. Su obra narrativa es una auténtica “comedia humana” enmarcada en la sociedad de la restauración.
Al final de su vida se dedicó sobre todo a escribir obras de teatro en las que refleja cuatro temas fundamentales: la libertad, la voluntad, la verdad y la caridad. Destacan, entre sus últimas obras, la novela dialogada El abuelo y en su producción teatral Casandra y Electra.

3.3. La novela naturalista.

Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
Es la mejor representante del naturalismo al modo hispánico. Gran viajera, cultivó la crítica literaria, la narrativa, el cuento y el ensayo. Obra: La tribuna es la historia de la pobreza gallega, pero su obra más conocida y valorada ha sudo Los pazos de Ulloa, donde ensaya el naturalismo pleno. Es la máxima interpretación del mundo rural gallego. El determinismo impide que los personajes encuentren soluciones a sus problemas.
Gran defensora de la mujer, abogó por el amor libre. Su obra es testimonio de su liberalismo progresista.

Blasco ibáñez (1867-1928)
Es el último novelista del naturalismo en España. Destaca su obra Cañas y barro y Entre naranjos, en las que recrea la región valenciana mediante la mezcla de costumbrismo y naturalismo.

lunes, 31 de marzo de 2014

EL ROMANTICISMO



1. CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIAL


En España el siglo XIX viene marcado por la inestabilidad política (enfrentamientos entre partidarios del absolutismo y el antiguo régimen y liberales), lo que traerá consigo un importante retraso económico. Continúa pues el proceso de decadencia económica iniciada siglos atrás, España seguirá siendo un país agrario y atrasado, cuya población crece con lentitud. La industria española es débil y las reformas económicas son insuficientes La revolución industrial se desarrollará en Cataluña. Grave retaso cultural. A pesar de los avances tecnológicos y de la mejora de la calidad de vida existe un elevado porcentaje de analfabetismo.
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: 1808 el Imperio napoleónico se extiende por la Península Ibérica. Se impone un nuevo rey, José I. Los españoles se alinean en dos bandos: los afrancesados (Moratín, Meléndez Valdés) y los que defienden la soberanía española, este grupo es muy heterogéneo y estará formado tanto por ilustrados, como por nobleza y clero reaccionarios. Estarán apoyados en la guerra por los ingleses. Este proceso culminará en las Cortes de Cádiz en las que se aprobará una Constitución liberal. El rey Fernando VII la rechazará, instaurando nuevamente el absolutismo.
TRIENIO LIBERAL (1820-1823) la sublevación de Rafael Riego da inicio a reformas liberales que asustan a los regímenes absolutistas europeos. Como consecuencia se produce la invasión de los “Cien mil hijos de san Luis” que instauran el absolutismo.
DÉCADA OMINOSA (1823-1833) el absolutismo ejerce una represión brutal (ejecución de Riego, 1825, fusilamiento de “El Empecinado”, 1831, fusilamiento de Torrijos, ajusticiamiento de Mariana Pineda). Exilio masivo de liberales a Inglaterra o a Francia.
REGENCIAS DE MARIA CRISTINA Y ESPARTERO: Fernando VII muere sin descendencia masculina, lo que provocará el enfrentamiento entre los partidarios de Carlos María Isidro, hermano del rey (absolutistas, carlistas o realistas) y los de Isabel (isabelinos liberales). Debido a la minoría de edad de Isabel, ejercen la regencia primero su madre la reina María Cristina hasta 1840 y luego el general Espartero). Las guerras carlistas concluirán entre 1839 y 1840, teniendo los carlistas apoyo popular en las Vascongadas y Navarra. Durante el reinado de María Cristina se llevan a cabo reformas liberales (sufragio censitario, libertades básicas, centralización administrativa) y económicas como la desamortización de bienes y tierras a la Iglesia. Se suprimen órdenes religiosas y hay una reacción anticlerical que conduce a la quema de conventos en1834 y 183. El peso de la Iglesia es menor en las ciudades pero sigue siendo fuerte en el ámbito rural.
INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS EN AMÉRICA: Bolívar, Sucre o San Martín derrotan los ejércitos reales.
REINADO DE ISABEL: se produce un retroceso del liberalismo. Narváez implanta la dictadura en 1848 ante el temor de que se extiendan las revoluciones europeas del 48.


2. ROMANTICISMO. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS
Definición: movimiento cultural que se opone a los principios del racionalismo ilustrado confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en unas reglas estereotipadas. Estos son sus principales temas:

La libertad: es su búsqueda constante (“Y es mi dios la libertad” Espronceda); la rebeldía es su actitud. El romanticismo es una manera de sentir y concebir la realidad, la naturaleza, la vida y al hombre mismo. Se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla.
Es consecuencia de la profunda crisis social e ideológica que se produce a raíz de las transformaciones de la nueva sociedad industrial (despersonalización del individuo, auge del materialismo, conflictos en la identidad colectiva e individual, vertiginoso desarrollo de las tecnologías…)

Irracionalismo:
Se niega que la razón pueda explicar toda la realidad. La realidad es cambiante y caótica, de ahí que sea incomprensible. Por ello se rechazan las verdades inmutables, el pensamiento sistemático.
Preferencia de los románticos por lo sobrenatural, lo mágico y lo misterioso. Para ellos, el mundo es un misterio al quela razón es incapaz de llegar.
Consecuencias de este irracionalismo son el predominio de la pasión y el sentimiento: puesto la razón tiene sus límites, se necesitan otras formas de conocimiento como la intuición, la imaginación y el instinto. Las emociones, sueños o fantasías permiten descubrir en el inconsciente los impulsos irracionales del espíritu humano. Se revalorizan los sentimientos y la pasión que es una fuerza superior a la razón.

Idealismo.
La conciencia de lo incompleto de la existencia humana, lo que les impulsa a buscar desesperadamente ideales absolutos (Libertad, Amor, Progreso, Belleza). Ello explica su necesidad de acción y su vitalismo pero también que sus anhelos de encontrar estos ideales absolutos se vean insatisfechos en la realidad, y esa insatisfacción vital les produce frustración e infelicidad.  Individualismo.
El romántico tiene conciencia de su personalidad, de ser distinto a los demás por ello afirma su “yo” frente a lo que le rodea. Ello le hace sentirse superior a los demás (nadie puede comprender sus sentimientos, sus emociones, su desgracia o su infelicidad)

Todo esto le conduce al aislamiento y a la soledad (busca refugio en sí mismo), esto último será uno de los temas básicos del Romanticismo. - El genio creador. En las obras románticas el “yo” del artista pasa a ocupar el centro.
Concepto del artista:
Cambia el concepto del artista, ya no es un artesano que elabora sus obras tras un aprendizaje y siguiendo unos modelos. El arte es la expresión del genio creador que lleva dentro. De ahí el valor de lo espontáneo, de lo original… La obra de arte es el resultado de un momento de inspiración de su autor. Desengaño e insatisfacción.
El choque entre el “yo” y la realidad que no satisface sus anhelos e ideales produce en el artista romántico un hondo desengaño, que lo empuja a enfrentarse con el mundo y a rebelarse contra las normas morales, sociales, políticas o religiosas. El tedio y el hastío son otra forma de reacción.
Al abandonar la razón como base de certezas absolutas el romántico se siente inseguro e insatisfecho, ello origina la desazón vital y la búsqueda constante de respuestas a sus preguntas.
- Se forja una nueva sensibilidad. El Romanticismo trae a primer plano la intimidad y la introspección. Son características la nostalgia, la melancolía, la tristeza, el gusto por lo sombrío y lo crepuscular.

Evasión.
El romántico busca huir de ese mundo que le resulta insatisfactorio y frustrante. Esta evasión puede ser:
- Imaginaria mediante la recreación de épocas pasadas, como la Edad Media; lugares lejanos o exóticos, como Oriente, América o la misma España (para muchos escritores europeos era un país romántico por excelencia por sus antiguas tradiciones y su folclore, Cuentos de la Alhambra W. Irving)
  • Real, como forma extrema de evasión cundió el suicidio (Werther, Goethe)
  • Los románticos también huyen de la realidad refugiándose en sí mismos, en la soledad. Por eso ambientan sus obras en lugares solitarios (castillos, ruinas, cementerios, jardines, espacios apartados etc…) Pero la soledad produce también dolor y conduce al artista romántico a desear la integración, la comprensión de los otros, el amor.

Naturaleza dinámica.
Frente a la naturaleza artificiosa, bucólica y equilibrada del Neoclasicismo, el romanticismo representa la naturaleza en movimiento, en desorden (torrentes, cascadas, tormentas…). Prefiere la ambientación nocturna y el ocaso. Los sentimientos y estados de ánimo del artista se proyectan en la Naturaleza y, según sean éstos, será turbulenta, melancólica o tétrica.

Nacionalismo. Revalorización del espíritu comunitario. Ahora se forja el concepto de pueblo (“volksgeist”) como entidad espiritual a la que pertenecen unos individuos que comparten una cultura, lengua, costumbres, folclore, leyes… De ahí la obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura (se rastrean las leyendas, cuentos y poemas épicos medievales; se estudia el románico y el gótico). Se intenta reflejar lo peculiar y propio de cada nación o región en el cuadro de costumbres (COSTUMBRISMO)



En toda Europa el Romanticismo puede adoptar dos orientaciones:
-Romanticismo tradicional o conservador: nostalgia por los valores tradicionales Chateaubriand, Schlegel, Novalis, W. Scott
  • Romanticismo liberal o progresista: rebeldía frente a la tradición y las normas: Lord Byron, Victor Hugo.
3. ORÍGENES Y DESARROLLO DEL ROMANTICISMO

Los orígenes del romanticismo hay que buscarlos en el siglo XVIII en Alemania, donde se produce el movimiento “Sturm und drang” (“Tempestad y pasión”) que propugna la creación literaria al margen de las reglas clásicas y revaloriza la expresión artística de los sentimientos y las vivencias individuales. Su mejor representante es Goethe y, especialmente, su obra Werther.

Este movimiento se va a extender a toda Europa, especialmente Francia ( Victor Hugo, Alejandro Dumas y Teophile Gautier) e Inglaterra (Lord Byron).

El romanticismo producirá, además, obras de misterio, terror e intriga, entre las que destacan los relatos de Edgar Allan Poe (norteamericano) o Frankestein de Mary Shelley.

En España tuvo un tardío desarrollo y escaso arraigo de este movimiento, a diferencia de otros países europeos. El Romanticismo español se limitó adoptar e imitar modelos europeos, en especial de la literatura francesa.
Durante el reinado de Fernando VII los escritores españoles entran en contacto con el Romanticismo europeo pero durante la década ominosa se produce una dura persecución de liberales españoles lo que lleva al exilio a escritores como el duque de Rivas, Espronceda, Martínez de la Rosa, Jose María Blanco White, Alcalá Galiano…). Se refugian en Londres y en Francia.

Con la muerte de Fernando VII (1833) se produce el apogeo y triunfo del romanticismo. En las décadas de los años 30 y 40 se publican las principales obras literarias y se estrenan obras teatrales románticas (1834 triunfa el drama romántico con el estreno de La conjuración de Venecia, Martínez de la Rosa y Macías de Larra)

Finalmente, en la 2ª mitad del siglo XIX, cuando ya un nuevo movimiento como es el realismo triunfa en Europa, aparece ennuestro país una poesía intimista, que supera el romanticismo más retórico y grandilocuente a través de la condensación formal y la simplificación. Uso de símbolos. Influencia de la poesía alemana (baladas germánicas) y de la poesía popular. Sus representantes son Bécquer y Rosalía de Castro.

4.- AUTORES

El triunfo de la poesía romántica se produce a partir de la década de los años 30 de la poesía romántica.
Los textos poéticos se divulgarán oralmente a través de tertulias, actos solemnes, conmemoraciones, coplas de ciego¸ también se difundirán por escrito a través de periódicos y pliegos sueltos. El público burgués se sentirá identificado con la sensibilidad de esta nueva poesía.

José Zorrilla (1817-1893) representa la corriente tradicionalista. Destaca su poesía narrativa, al que dio como nombre genérico “leyendas” unas de origen popular otras de creación propia. Se ambientan en un mundo primitivo y mágico, en un pasado esplendido de castillos y caballeros, de grandes pasiones y crímenes, de gentes crédulas y galanes enamorados. Maneja y con facilidad mezclándolos los registros y estilos: lo grandioso con lo vulgar, lo ostentoso y lo sencillo. Enorme influencia en el Modernismo posterior a los que aporta las imágenes simbólicas del cisne, el azul y la fuente.
Es el autor de Don Juan Tenorio, la pieza teatral más representada en el teatro español. El mito de don Juan ya existía en la literatura española y Zorrilla la toma de la obra de Tirso de Molina, “El burlador de Sevilla”. Tiene gran tradición en la noche del día de difuntos.
Es la recreación del mito de Don Juan, un seductor sin escrúpulos que corteja a Doña Inés, una joven monja que cae en sus redes.
También importante de Zorrilla es “A buen juez, mejor testigo”, “Traidor, inconfeso y mártir”

José de Espronceda (Badajoz 1808-1842)

Recibió una educación ilustrada y neoclásica. Desde joven muestra interés por la política y la literatura. Participó en sociedades secretas de liberales contra el absolutismo de Fernando VII. En 1827 emigra a Portugal, Inglaterra y Francia. En esa época inicia su relación con Teresa Mancha. Vuelve a Madrid en 1833 dedicándose a la carrera militar que fue breve. Hacia 1833 ya es un conocido periodista y político liberal exaltado. En 1834 se da a conocer como escritor. Sus últimos años fueron muy agitados: su amante muerte prematuramente (“Canto a Teresa”); sus posturas políticas le acercan a al republicanismo. Es elegido diputado pero le sorprendió la muerte.
Personalidad rebelde, impetuosa, exaltad, es el “lord Byron español”
Escribió teatro y novela (Sancho Saldaña, 1834, novela histórica ambientada en las luchas civiles posteriores a la muerte de Alfonso X)
Etapas de evolución poética

1ª Poesía neoclásica: textos juveniles bajo la influencia de la poesía neoclásica de Alberto Lista. El Pelayo poema épico inacabado.
2ª Poesía de exilio: recibe la influencia del ossianismo. Poemas como “Himno al sol” o el poema narrativo “Oscar y Malvina”
3ª Poesía romántica: en lo que a poesía lírica se refiere al principio utiliza los tópicos medievales pero luego, por ideología política, evoluciona a una poesía de tono social: destacan La canción del pirata, El mendigo, El verdugo, El reo de la muerte, El canto del cosaco, A Jarifa en una orgía, recogidas en Poesías (1840). Mención aparte merece Canto a Teresa, inserto en El diablo mundo, y que el poeta dedica a la muerte de su amada, Teresa Mancha.
Respecto a la poesía narrativa destacamos sus dos grandes obras:
-El estudiante de Salamanca (1840) con 1704 versos desarrolla la peripecia de Félix de Montemar, cínico don Juan. Tras seducir y abandonar a Elvira (que muere de dolor) mata en duelo al hermano de la fallecida. Finalmente, persigue durante una noche a una fantasmal dama que termina siendo el esqueleto de Elvira (la Muerte), con quien contrae matrimonio (bodas macabras), los espectros acabarán bailando una danza horripilante (danzas de la muerte). Don Félix es símbolo de la rebeldía, la amoralidad y el satanismo. En esta obra se encuentran todas las características de la época en cuanto a la ambientación (nocturnidad, seres fantasmales, tempestades, sepulcros…) y aspectos formales (polimetría que busca equilibrar estrofa y tono, mezcla de los sublime y lo vulgar, mezcla de géneros…).
El diablo mundo (1840-41), un extenso poema inacabado (introducción y siete cantos) de carácter filosófico y metafísico, reflexiona sobre la vida humana. Incluye la elegía “Canto a Teresa”. Un anciano desengañado se transforma en un joven, Adán, que es un ser puro. Influencia de Fausto de Goethe. Muy heterogéneo.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla 1836-1870)
Nació cuando el Romanticismo europeo entraba en decadencia, y sin embargo, supone la culminación del Romanticismo intimista español.
-POESÍA LÍRICA
Su obra poética vio la luz de un modo disperso en vida del autor en publicaciones periódicas. La primera edición de los textos poéticos fue publicada después de su muerte con el título de Rimas 81871). Se conserva un manuscrito autógrafo titulado El Libro de los gorriones en el que Bécquer reescribió sus poemas, tras haber desaparecido el primer manuscrito. La Rimas recogen los poemas del manuscrito, aunque en orden distinto: los amigos de Bécquer publicaron las rimas como si de largo poema se tratase, tras la exposición de unos principios estéticos, desarrolla una historia amorosa que va de la ilusión inicial al fracaso amoroso que sume al poeta en el desengaño, la desesperanza y la soledad. En el Libro de los gorriones sin embargo no hay autobiografía amorosa alguna, sólo ideas dispersas sobre el amor y la creación artística.

-PROSA
Historia de los templos de España
Cartas literarias a una mujer (1860) y Cartas desde mi celda (1864), colecciones epistolares publicadas en la prensa,
Leyendas , que aparecieron entre 1835 y 1864 también en los periódicos. Son un conjunto de relatos cortos de carácter fantástico y ambientación típicamente romántica (la edad Media, el mundo morisco u oriental, el misterio, la noche
-OTROS GÉNEROS
Temas y estilo
No sólo cultiva la lírica, conocida es su obra en prosa donde destacan Cartas literarias a una mujer, Cartas desde mi celda y Leyendas.
Su obra poética se reduce a Rimas, cuya primera edición completa ve la luz en 1871, un año después de la muerte del poeta, gracias a la labor de sus amigos. El propio poeta había preparado un manuscrito con su obra lírica que se pierde durante la Revolución del 68. Ante este contratiempo, debe preparar otro poemario, conocido como El libro de los gorriones, que será el que sus amigos ordenen y entreguen a la imprenta.
Se trata de breves poemas de una, dos o tres estrofas en las que predominan los versos de cuatro sílabas junto a endecasílabos y heptasílabos, combinados en asonancia.
Se caracterizan por el intimismo, la brevedad y sencillez, las estructuras paralelas, el predominio de la musicalidad, la eliminación del retoricismo y los epítetos innecesarios.
Temáticamente, se trata de un poemario amoroso, cuyas piezas están relacionadas con la intimidad del autor. Los temas son básicamente dos: el amor y la poesía. Concibe la poesía como una forma de expresión inmediata de emociones íntimas o de sentimientos que están más allá del poeta mismo y que sólo esperan al escritor que sepa formularlos. Se trata en realidad de una concepción romántica de la literatura, frente a la idea clásica del arte como elaboración meditada y concienzuda.
La ordenación de los poemas es un tema que levanta polémica todavía hoy, pues se cree que no es la que decidió emplear el propio Bécquer en el manuscrito inicial. Se suelen clasificar en cuatro grupos:
I-XI: la poesía como algo inexplicable.
XII-XXIX: el amor tratado de manera positiva.
XXX-LI: el amor desengañado y el fracaso amoroso.
LII-LXXI: la soledad y la muerte como resultado de ese fracaso.

En cuanto a su estilo, tras su apariencia sencilla y espontánea, hay una cuidad elaboración de los textos. Buena parte de sus aciertos expresivos proceden de su maestría en amalgamar los artificios retóricos de la poesía culta con los de la poesía popular. Rasgo general de sus versos es la referencia por la asonancia, evitando la sonoridad estridente del Romanticismo.

Rosalía de Castro (Santiago de Compostela 1837-1885)
Tuvo una existencia difícil y penosa pues era hija natural de un cura. Su relación con Manuel Murgía, su marido, fue difícil. Pasó parte de su vida en Castilla pero siempre añoró su tierra que es fuente de inspiración poética esencial (paisajes gallegos, costumbres, tradiciones, poesía popular oral…) Fue una de las principales representantes del RESURDIMENTO junto a Eduardo Pondal y Curros Enríquez)
Destaca por su poesía intimista, aunque también cultiva la prosa. Destaca por su poesía en lengua gallega (Cantares galegos, Follas novas) aunque también utilizó castellano (En las orillas del Sar). Es una lírica basada en la experiencia personal. Expresa de forma directa el mundo interior, se manifiesta la subjetividad abiertamente y no envuelta en el tono declamatorio y grandilocuente del Romanticismo. Destaca su maestría en el uso de los recursos poéticos, sus innovaciones métricas (creación de nuevas estrofas, uso del alejandrino) y cierta exuberancia formal, que preludian la poesía modernista. Temáticamente, la expresión de la intimidad permite que sus versos transmitan sensación de autenticidad y verdad. Además en ellos se manifiestan sus inquietudes sociales (sufrimiento por el pueblo gallego, su pobreza y la emigración) y su conciencia de mujer oprimida.


MARIANO JOSÉ DE LARRA (1809-1837)
Hijo de un afamado médico afrancesado, nace durante la guerra de la Independencia. Su familia se exilia en 1813 a Francia, donde vive hasta 1818 en que su padre retorna a España. Estudia en un colegio de jesuitas y en la Universidad de Valladolid.Entre 1827-28 inicia su trayectoria periodística y literaria (El duende satírico del día), en esta etapa sus inquietudes sociales y políticas le situaban próximo al régimen absolutista de Fernando VII (poemas de circunstancias; intenta ingresar en una organización defensora del absolutismo) En 1829 contrae matrimonio, sin embargo el gran amor de su vida será Dolores Armijo, mujer casada, con la que mantuvo una relación intempestiva y difícil. Al iniciarse la década de los treinta Larra es ya una figura célebre en su tiempo, conocido como periodista, autor dramático y novelista. En este momento su ideología ha evolucionado hacia el liberalismo progresista. Es capaz de vivir de sus escritos y traducciones, lo cual le convierte en uno de los escasos escritores profesionales de su tiempo. En 1835 emprende viaje por distintos países europeos, finalizando en París donde colabora con editoriales francesas y entra en contacto con las novedades en ensayo político y literatura (Balzac y el realismo) Cuando retorna a España el panorama político estaba muy enrarecido, sus artículos se tornan más ácidos, críticos con el liberalismo progresista, y amargos en el tono personal. En 1837 rompe con Dolores Armijo. Se hunde en una fuerte depresión y se suicida.
Obra
Aunque su faceta más conocida es la periodística, sin embargo cultivó otros géneros literarios:
POESÍA: poemas de circunstancias de escaso valor.
TEATRO: Macías (1834), es el título de su único drama estrenado. Escrita en verso, desde el punto de vista formal es una tragedia neoclásica, sin embargo el contenido es ya muy romántico: el personaje principal es un trovador medieval y el tema es el conflicto entre la pasión y las normas sociales. Hay que añadir las numerosas traducciones que realizó de dramas franceses y las reseñas periodísticas dedicadas al teatro.
PROSA. Distingamos dos grupos:
-PROSA DE FICIÓN
El doncel Don Enrique el Doliente (1834) es su única novela, sigue el estilo de la novela histórico-medievalizante del romanticismo, desarrolla también la vida de Macías.
-PROSA PERIODÍSTICA
Desde muy joven se dedicó al periodismo. Su pluma ácida y satírica, que censuraba aspectos y personajes de la realidad española le granjeó enemistades y admiración.
En 1828 aparece El duende satírico del día, publicación unipersonal de la que sólo publicó cinco números, En 1832 redacta El pobrecito hablador, de la salen 14 números, a ella pertenecen artículos tan célebres como: “El casarse pronto y mal”, “El castellano viejo”, “Vuelva usted mañana”…Éstos son artículos de costumbres en los que sin embargo no se da una imagen nostálgica del pasado, ni una simple y estática recreación pintoresquista; más bien cabe hablar en ellos de SÁTIRA SOCIAL y de una intención ilustrada de hacer una literatura útil con un espíritu de reforma de la sociedad.
En 1835 publica una selección de sus artículos periodísticos bajo el título Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres en tres volúmenes, la ampliación a dos volúmenes más se realiza después de su muerte, posiblemente preparados por el propio autor.
Antes de suicidarse escribe algunos de sus artículos más importantes: “Día de difuntos de 1836” y “La Nochebuena de 1836”
Normalmente publicaba bajo pseudónimos que eran máscaras tras las que ocultaba sus distintas facetas: Fígaro, empleado para los artículos más satíricos y mordaces.
La clasificación tradicional de los artículos de Larra:
ARTÍCULOS DE CRÍTICA LITERARIA Y CULTURAL
En éstos aparece la teoría literaria del autor que muestra una tendencia ecléctica entre el Neoclasicismo y el Romanticismo, aunque en cuestiones de creación literaria defiende la libertad.

ARTÍCULOS POLÍTICOS
En la mayoría de ellos adopta una actitud de liberal progresista, critica severamente a los carlistas y a los liberales moderados.
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
Artículos satíricos. Censuran el comportamiento y diversos vicios sociales como la holgazanería, la presunción, la brutalidad, la indolencia, la suciedad, el mal gusto, la hipocresía…la sátira no se detiene en el humor fácil. Su intención es modernizar y reformar España a través del análisis crítico de sus defectos.
En realidad su pensamiento es una amalgama entre la ilustración y la nueva sensibilidad romántica, aunque siempre destaca la idea de libertad.
Después de tan larga esclavitud es difícil saber ser libre, deseamos serlo, lo repetimos a cada momento; sin embargo lo seremos de derecho mucho antes de que reine en nuestras costumbres, en nuestras ideas, en nuestro modo de ser y de vivir la verdadera libertad. Y las costumbres no se varían en un día, desgraciadamente, ni con un decreto, y más desgraciadamente aún, un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no está arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.”
La educación es la base para este cambio y reforma de las antiguas costumbres. La Iglesia y la nobleza son censuradas: defiende la igualdad política y jurídica de los individuos, rechazando los privilegios por razón de linaje, aunque sí admite diferencias entre los individuos basadas en la valía social.
Adopta una actitud de “dandysmo” romántico (elitismo) al distanciarse de la vulgaridad, mal gusto y zafiedad de algunas actitudes y costumbres populares: el refinamiento elitista respecto a lo popular le hace defender la idea de la aristocracia del talento, los más preparados, los más cultivados son los mejores y por tanto deben constituirse en modelo a imitar socialmente.
Estilo Emplea un lenguaje claro y sencillo, directo pues su intención es entretener y convencer al lector de prensa. Algunos recursos lingüísticos y literarios son: Uso de la segunda persona y diálogos fingidos Vulgarismos, antítesis caóticas, juegos fonéticos, reiteraciones, interrogaciones y exclamaciones retóricas, chiste político, el sarcasmo y la ironía…
Surge en el s XVIII pero es ahora cuando adquiere su máxima popularidad con los artículos de costumbres de Mariano José de Larra.
· Son textos periodísticos que critican distintos aspectos de la sociedad de la época. Recordemos el gran atraso y decadencia del país.
· Sus características son.
_ Temas: los distintos aspectos y campos de la vida diaria.
_ Personajes: todos los estratos y clases sociales.
_ Estilo: léxico sencillo. Descripciones, ironías, juegos de palabras y dobles sentidos.
_ Estructura: tres partes; introducción, desarrollo de la costumbre que se critica y conclusión con la postura y opinión del autor